Hoy en Balonmano Actual estrenamos nueva sección, donde hablaremos de equipos ya desaparecidos, que nos dejaron grandes momentos en nuestro balonmano. Esperamos que sirva para que vosotros, nuestros lectores, recordéis quizás tiempos mejores y el legado de estos clubes no caiga en el olvido.
Para empezar trataremos el caso de un equipo madrileño que estuvo en la élite de nuestro balonmano durante la década de los 80 y comienzos de los 90, el Club Deportivo Cajamadrid. Cabe destacar que los de Alcalá de Henares fueron una de las escuadras fundadoras de la Asociación de Clubes Españoles de Balonmano ASOBAL, pero empecemos por el principio.
En 1979 la entidad financiera Caja de Ahorros de Madrid decide apostar por el deporte de la resina y fundar su propio de élite, aunque ya tenía uno en 2ªNacional. Para ello en ese mismo año compra los derechos del BM Banco Ibérico de Madrid, por entonces en 1ª Nacional (en aquellos tiempos aun no existía la División de Honor Plata). Ya en la temporada 81-82 para poder dar el salto a la División de Honor el «Caja» ficha a casi la práctica totalidad de los jugadores del BM Jaén de División de Honor, aprovechando su mala situación económica, tales como los históricos Edu Martínez «Cihuri», Juan José Muñoz Benito o Fernando Gil, además del gran Paco Sánchez como entrenador. Tras un gran año la «máquina verde» consigue su ansiado ascenso a División de Honor. Para su debut en la máxima categoría española el equipo pasa a disputar sus partidos en el mítico Pabellón Antonio Magariños de la capital, el cual usaría durante dos temporadas.
Los aficonados al balonmanos siempre nos quedaremos con la duda de qué cotas hubiera podido alcanzar de no haber desaparecido al final de la campaña 1990/91. A parte de contar con una plantilla extraordinaria y un entrenador que era toda una leyenda, Domingo Bárcenas, el club estuvo dirigido por uno de los mejores directivos, Jesús López Ricondo. – Eduardo Romero
Durante sus primeras temporadas en la División de Honor el objetivo del Cajamadrid es la salvación y cimentar un proyecto destinado a luchar por cuotas más altas. Para ello en 1984 se ficha al ilustre Domingo Bárcenas, pero desgraciadamente en la temporada 84-85 la entidad no es capaz de mantener la categoría y desciende a 1ªNacional, aunque esto no supone un gran problema ya que la caja de ahorros decide seguir apostando fuerte por el equipo. Su paso por el infierno solo dura una temporada.
En su regreso a la División de Honor deciden fichar al que sería el mejor jugador de su historia, un lateral yugoslavo llamado Zoran Puzovic. Puzovic fue el máximo goleador de la liga dos temporadas y uno de los mejores que ha visto nunca nuestro balonmano. Desde su retorno los complutenses se convierten en uno de los equipos más fuertes de la liga, siendo un rival muy incómodo para los grandes. La temporada 87-88 supone un punto de inflexión en el club alcalaíno ya que consigue por primera vez en su historia la clasificación a la antigua Copa IHF, precursora de la actual Copa EHF. Para su asalto a Europa el equipo incorpora a nombres míticos de nuestro balonmano como Agustín Milián, Javier Reino o Luisón García. Sin duda alguna la temporada 88-89 será la mejor en la historia del club, pues se quedan a un solo gol del título liguero en un partido legendario ante el FC Barcelona disputado en el Ruíz de Velasco de la localidad madrileña, abarrotado hasta la bandera. En la Copa IHF llega hasta semifinales donde lo derrota el conjunto alemán del TURU Dusseldorf.
En la temporada 89-90 el Caja realiza una temporada por debajo de sus pretensiones debido a los problemas entre la directiva y el cuerpo técnico de Domingo Bárcenas. Así mismo repite presencia en la Copa IHF, donde vuelve a caer derrotado en semifinales esta vez ante el Krasnodar soviético. Su última temporada como CD Cajamadrid sería la 90-91, debido a que la entidad financiera decide poner punto y final a sus propias secciones deportivas, decisión que también afecta al equipo de baloncesto militante en la Liga ACB. Cabe destacar que esta temporada sería la primera organizada por ASOBAL.
El testigo del CD Cajamadrid lo recogería el Club Juventud Alcalá, que ocuparía su plaza en la Liga ASOBAL y con la propia entidad como patrocinador. Con el nuevo club debutarían jugadores ilustres de nuestro balonmano como Demetrio Lozano o Rafa Guijosa. El CJ Alcalá estaría en la máxima competición hasta el año 1995, donde los graves problemas económicos que sufre desembocan en su desaparición. Pero eso es otra historia…
Desde entonces y aunque no se haya vuelto a ver a un equipo de Alcalá en la Liga ASOBAL, el CD Iplacea continúa formando grandes jugadores de balonmano a la orilla del Henares, siendo uno de los equipos fijos en los puestos altos del balonmano base. Ojalá algún día el mejor balonmano vuelva a la ciudad madrileña.
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