Carmen Martín Berenguer para todos, y ‘la mejor extremo derecho del mundo’ para otros muchos. Actualmente milita en el CSM Bucarest rumano y la de Roquetas de Mar nos ha hablado un poco de su nueva casa formando así parte de nuestra sección “El guía turístico”. Con ella una nueva entrevista de calidad se suma a la lista que nos permite retomar la sección.
Carmen Martín Berenguer es una de las extremos derechos mejor valoradas del mundo, a sus 28 años la internacional española acumula un gran palmarés: campeona de Europa (2016), plata en el Europeo de Hungría y Croacia (2014), bronce en los JJ.OO. de Londres (2012), subcampeona de Europa (2011), bronce en el Mundial de Brasil (2011) y plata en el Europeo de Macedonia (2008).
Pregunta. ¿Cuál fue la primera impresión al llegar al equipo y la primera impresión de la ciudad?
Respuesta. Llegué a principios de Junio, hacía muchísimo calor, la impresión que tuve de la ciudad fue de una ciudad desatendida que podría mejorar mucho si se cuidaran más las infraestructuras, pero como una gran ciudad que es, había y hay gente por todos lados a todas horas y sin duda es lo que más me gusta de Bucarest, que es una ciudad llena de vida.
La impresión al llegar al equipo la recuerdo positiva, ya que 9 de las 18 componentes del equipo éramos extranjeras y conocía a varias de ellas antes de llegar. Esta no era mi primera vez en un equipo formado en el extranjero, la experiencia internacional tanto a nivel de equipos como con la selección, internet y cada día más medios de comunicación, hacen que el conocimiento acerca de los equipos y jugadoras tanto a nivel nacional como internacional sea mayor y más fácil.
P. ¿Cómo fue tu adaptación en el equipo cuando llegaste?
R. La adaptación con las chicas y con el juego fue genial, sin embargo con la entrenadora me costó un tiempo, como en cada equipo el entrenador, entrenadora en nuestro caso, decide quién juega y quién no juega, quién cumple sus disciplinas y quién no. Ese año no fue mi año. La primera parte de la temporada jugaba alrededor de 20 minutos por partido, yo no entraba dentro de los planes de la entrenadora, tuve momentos complicados donde pierdes la motivación ya que parece que independientemente de lo que hagas durante los entrenamientos o partidos, si no le gustas no vas a jugar, pero como buena cabezota que soy, decidí no rendirme, trabajar y trabajar cada día hasta poder demostrar que podía ayudar al equipo jugando más minutos, estoy contenta de poder decir que la segunda parte de la temporada fue diferente.
P. ¿Qué tal te ha ido con el idioma desde entonces?
R. El hecho de haber jugado en equipos con todo el resto de componentes siendo extranjeras me ha ayudado mucho durante mi día a día para hablar inglés. Durante mis años fuera me hubiera encantado haber coincidido en algunos de los equipos con alguna de mis compañeras de selección, pero tengo que reconocer que el hecho de no hablar prácticamente castellano en el día a día ha provocado que pueda hablar de forma natural otro idioma.
P. ¿Cómo es la vida allí?
R. La vida especialmente en Bucarest depende de tu nivel económico, si tienes dinero puedes acceder a todo tipo de vida, desde ir al teatro, opera, cine hasta comerte una mariscada enfrente del lago o ir a las montañas de Brasov a esquiar. Bucarest es una ciudad muy grande, en un mismo barrio puedes encontrar gente con un nivel económico elevado y gente que no tiene nada más que para comer, da mucha pena ya que existe demasiada gente por las calles mendigando, el sueldo mínimo es de 222€ neto al mes en muchos de los trabajos en los que generalmente no se precisan estudios. La ciudad se encuentra en un contraste económico muy diferenciado, pero accesibilidad existe para cualquier cosa que puedas imaginar como en cualquier gran ciudad.
P. Diferencias con el balonmano en España.
R. El balonmano en Rumanía es más físico, es muy raro encontrar defensas abiertas o pasar 10 minutos de juego con doble pivote en ataque. Las estructuras de los equipos son básicas y es raro que se atrevan a organizar un juego más moderno y más rápido. Aún existe, la vieja escuela que se suele decir, entrenar, entrenar y entrenar porque así vas a ser mejor, en lugar de mejorar con entrenadores, preparadores físicos o procedimientos que puedan ser más adecuados a tus jugadoras.
P. ¿Qué hace Carmen Martín en su tiempo libre?
R. Depende, cuando el mal tiempo aprieta en Rumanía y la nieve llega por las rodillas soy de las que me gusta quedarme en casa, invitar amigos y cocinar, así que intento innovar en mis recetas y no comer siempre lo mismo. Si el tiempo acompaña suelo salir a caminar o visitar diferentes cafeterías, ya que me encanta apreciar la diferencia entre los diferentes cafés del mundo. Cada fin de semana libre es mi excusa perfecta para viajar, el aeropuerto de Bucarest está muy bien conectado con las diferentes ciudades europeas y las compañías low cost, jeje. No puedo negar que me encanta ir de compras, pero tampoco puedo negar que cuando es época de estudiar o exámenes me convierto en una persona muy aburrida, jeje.
P. ¿Qué recomendarías visitar a una persona que viajase por primera vez a Bucarest?
R. Recomiendo visitar el Palacio del Parlamento Rumano, es el segundo edificio más grande del mundo después de El Pentágono en Estados Unidos, es un lugar asegurado para turistas a los que les interese la historia y los hechos causados por su antiguo presidente y dictador Nicolae Ceausescu.
P. Después de “tanto” tiempo allí, ¿Podrías decirnos algo positivo y algo negativo de Rumanía?
R. Adoro como la gente se apasiona con nuestro deporte, existe una buena y fiel afición, es complicado ya que en Bucarest, siendo una ciudad de 1.900 millones de habitantes donde existen todo tipo de deportes, la gente siente una pasión especial por el balonmano. Como punto negativo tengo que destacar que las infraestructuras de la ciudad y del país no son del todo adecuadas, un viaje que en cualquier otro país duraría 3 horas en Rumanía tardas 6 o más, ya que solo existen vías nacionales y tan solo tres auto vías en el país.
P. Y por último, ¿Qué echas de menos de España?
R. Son muchas cosas, la familia, amigos, la comodidad de levantarte por la mañana y decir buenos días, no tener problemas en el supermercado para encontrar los productos a los que estas acostumbrada a consumir, el solecito, el mar…
Sin comentarios