En una nueva entrega de «¿Qué fue del..?» nos vamos a la Comunidad Valenciana, para contar la historia de un equipo, donde se repite la historia de refundaciones y traslados, tantas veces vista en nuestro deporte. El Club Balonmano Alzira, más conocido como Avidesa Alzira por motivos de patrocinio, ganador de una Copa EHF, una Copa del Rey, doble subcampeón de la Supercopa española y una vez subcampeón de la Copa ASOBAL.
En el año 1971 Marcol Lanas Aragón, club de Valencia capital, debuta en División de Honor y ante todo pronóstico levanta la Copa del Generalísimo, imponiéndose al Barça en la final. Pero al año siguiente cambiarían las tornas y serían los catalanes quienes se llevarían el trofeo. Bajo el nombre de la empresa perteneciente al Grupo Rumasa, estuvo asentado en la zona alta de la tabla hasta 1983, cuando tras la retirada del patrocinio, el equipo queda al borde de la desaparición. Las cosas no iban nada bien para los valencianos, ya que a la pérdida de su patrocinador y base del club, había que sumar los problemas en los despachos.
El por entonces presidente Juan Esteve ya había advertido la desaparición del equipo en la navidad del 82, debido a la dimisión del entrenador Carlos Vilar. Durante sus mejores años, jugadores de la talla de Miguel Ángel Cascallana, Nacho Nebot, Juan Francisco Alemany o Paco Claver, alma del club e ídolo de los aficionados, se enfundaron la camiseta valencianista, como entrenador hay que destacar a Francisco Terol, artífice del título copero.
Finalmente y cuando ya nadie daba un duro por el equipo, la entidad bancaria Caixa Valencia decide patrocinar al club y darle su nombre, aunque ya no volvería a los puestos de cabeza de la liga y su objetivo sería no perder la categoría. Bajo la denominación de la caja de ahorros permanecería en División de Honor hasta la temporada 85/86 cuando tras una mala temporada desciende a Primera Nacional. Aunque solo permanece un año en la categoría de plata. En 1989 Caixa Valencia deja de ser patrocinador, pasándose a denominar Avidesa Valencia gracias a la colaboración de la empresa heladera. En 1990, en la primera temporada como Liga ASOBAL, debido a la falta de apoyo institucional y de masa social, el club decide trasladarse a la vecina ciudad de Alzira, absorbiendo a la Agrupación Deportiva Alzira, cuyo mayor éxito había sido un ascenso a Primera Nacional en 1973. Naciendo así el Club Balonmano Alzira.
El Club Balonmano Alzira, superó las marcas de sus «padres», bajo el nombre de Avidesa Alzira. Con una ciudad volcada con el balonmano y con el equipo en las posiciones más altas de la Liga ASOBAL, los títulos no tardaron en llegar. Siendo el primero la Copa del Rey en la temporada 91/92, venciendo al FC Barcelona en una ajustadísima final, con dos prórrogas incluidas, este título les da la posibilidad de participar en la Copa EHF en la siguiente temporada. En la temporada 92/93, los de Paco Claver, ahora al mando del banquillo, hacen una gran liga pero su mayor logro fue traer a España la Copa EHF.
Al BM. Alzira siempre habrá que agradecerle que trajeran a España a los maravillosos jugadores rumanos, Vasile Stinga y Maricel Voinea. Jugadores de gran talento que fue un lujo poder disfrutar de ellos en nuestra Liga. – Eduardo Romero
Su primera aventura europea no pudo salir mejor, venciendo en dieciseisavos de final al histórico Dukla Praga con una solvencia envidiable. Pasó por encima del Sisak croata y del Plock polaco en octavos y cuartos respectivamente. Para la semifinal estaba reservado el plato fuerte, una eliminatoria durísima ante el Elgorriaga Bidasoa. Tras un empate a 18 goles en tierras alcireñas, los valencianos asaltaron Artaleku en la vuelta (20-26). En la final vencieron al combinado austriaco del Linde Linz. Pero a pesar de este título, los jugadores llevaban varios meses sin cobrar y el club estaba herido de muerte. Los responsables en la cancha de estos títulos fueron los legendarios Salva Esquer, Jaume Fort, Juan Selma, Juan Francisco Alemany, acompañados del rumano Marian Dimitru y del islandés Geir Sveinsson.
Desgraciadamente los problemas económicos fueron aumentando y al finalizar la temporada 94/95 el equipo tiene que poner punto y final a su existencia. Dejando tras de sí una trayectoria llena de altibajos, salpicada con grandes títulos y un derroche de coraje.
En la actualidad, el Club Balonmano Ribera Alta militante en la 1ª Autonómica, es el referente de este deporte en la ciudad alcireña, seguro que pronto estarán en una categoría superior, por historia y por afición.
Este ha sido otro ejemplo de como una gran trayectoria deportiva, queda arruinada por una mala planificación económica, algo demasiado habitual en este país. Esperemos que sirvan de ejemplo tantos casos, para que un futuro no tengamos que lamentar más desapariciones.
Sin comentarios