29 de abril del 2000. El FC Barcelona que entrenaba Valero Rivera se coronó por quinta vez consecutiva campeón de la Copa de Europa. Aquel ‘Dream Team’ revalidó la Copa de Europa tras superar al THW Kiel alemán en la gran final. 20 años más tarde, todavía nadie ha podido igualar la gesta del equipo blaugrana.
Nadie. Nadie ha sido capaz en toda la historia, excepto el FC Barcelona, de levantar cinco Copas de Europa consecutivas. Hasta que el ‘Dream Team’ lo consiguió, nadie pudo hacerlo, y después, tampoco. No es un récord cualquiera. Es levantar el trofeo más preciado a nivel de clubes durante media década consecutiva. Aquel equipo, siempre quedará en el recuerdo.
Ese equipo no se formó de un verano para otro. Valero Rivera, quien fuera entrenador del FC Barcelona a partir del 1983, fue formando un gran proyecto en el club blaugrana. Fue entonces, a comienzos de la década de los 90, cuando el club español empezaría a asomarse por los primeros puestos en las competiciones europeas. En la temporada 1990/1991 consiguieron levantar la primera Copa de Europa para el club. La primera piedra del ‘Dream Team’ ya estaba puesta. La sección de balonmano, luchaba por que un fuerte equipo de fútbol ,que también ganó la Copa de Europa esa misma temporada, no le hiciese sombra.
Desde el club fueron dando confianza al proyecto del técnico español y así fueron llegando refuerzos a la plantilla. Jugadores jóvenes con gran proyección llegaron a Barcelona. Andréi Xepkin, que llegó al club en 1993 procedente del BM Alzira, asegura que el ‘Dream Team’ no fue cosa de fichajes de un verano: «El Dream Team fue formándose durante varios años».
El pivote ucraniano también recuerda la gran exigencia del club: «En el FC Barcelona solo valía ganar». En la Liga Asobal, por aquel entonces la competencia también era mayor, y por ello tienen mucho valor los títulos domésticos obtenidos. Algunos solo se acuerdan de este equipo por las cinco Copas de Europa ganadas consecutivamente, pero también se imponía a clubes como el Ademar de León o el Teka Cantabria en las competiciones nacionales.
A partir de entonces, la ciudad condal fue recibiendo a jugadores nacionales de la talla de Rafael Guijosa o Antonio Carlos Ortega, que tenían una gran proyección. Después de trabajar varias temporadas con el entrenador español, no había jugador que no pudiese jugar en otro cualquier equipo. También llegaron jugadores internacionales como el guardameta Tomas Svensson. La plantilla que estaba conformando Valero Rivera en el FC Barcelona era prácticamente una plantilla para ganarlo todo. Poco después, la calidad individual acompañada de las directrices tácticas trasladadas al juego, el FC Barcelona fue el gran dominador del balonmano durante varios años.
«No se pueden comparar equipos de distintas épocas. El balonmano ha cambiado mucho» – Andréi Xepkin
Una plantilla llena de jugadores con una inmensa calidad, se convirtió en un bloque indestructible. Según Rafael Guijosa, jugador que ganó el premio del Jugador IHF en la temporada 1999: «Eramos muy competitivos y teníamos nuestro ego, pero en el campo éramos todos uno». Tiene claro quién era el gestor y el artífice de hacer eso posible: «La gestión de Valero con tanto líder en nuestro vestuario, fue una de las claves del éxito».
«La clave para mantener el nivel al que conseguimos llegar fue su manera de trabajar, unido a su gran talento» – Valero Rivera
En España, en la Liga ASOBAL, durante la etapa gloriosa del ‘Dream Team’, el subcampeonato de liga pasaba por distintas ciudades. Santander, León o Pamplona. Nadie era capaz de destronar al FC Barcelona. En Europa, la ciudad que destacaba por sus subcampeonatos fue Zagreb. Si primero fue el CD Bidasoa, el equipo que dirigía Valero Rivera, superó en hasta tres temporadas consecutivas al potente Badel Zagreb en la Copa de Europa. En la quinta final consecutiva, fue el THW Kiel alemán el superado. El conjunto blaugrana jugaba a otro balonmano.
El central Enric Masip, destaca la gran labor del técnico para dirigir aquella plantilla de tanto nivel: «Su papel fue fundamental para reunir grandes jugadores y dar su sello personal. Era muy metódico, exigente y trabajador». Para muchos, la calidad sin el trabajo, no llegan lejos. Y eso fue fundamental en aquel equipo.
La química entre los jugadores cuando saltaban a la pista y la conexión que tenían con los aficionados del Palau Blaugrana, hacían al FC Barcelona un equipo indestructible. Era difícil vencer a los blaugrana delante de tus aficionados, pero jugar ante los suyos, era una pesadilla. Se hacían más grandes aún. «Teníamos una conexión especial en el equipo y también con el público. Ese equipo hasta la fecha es el mejor de la historia», subraya Enric Masip.
En la temporada 1999/2000 llegó el pleno. El siete de siete. Valero Rivera y sus pupilos levantaron todos los títulos por los que lucharon en aquella temporada. Otro récord que hasta entonces nadie había conseguido. En la Liga, Copa y Supercopa ASOBAL, el Portland San Antonio. En la Copa del Rey, el BM Valladolid. En la Copa de Europa, el THW Kiel. En la Supercopa de Europa, el SC Magdeburg. También fueron campeones de la Liga Catalana. Los de Valero Rivera dejaron víctimas allí donde jugaron. En la que se considera como la última temporada del ‘Dream Team’, el equipo arrasó todos los pabellones.
«Lo que consiguió ese equipo es inalcanzable, y más con el formato Champions de ahora. Revolucionamos el balonmano y cada vez tienen más valor esas cinco Copas de Europa» – Antonio Carlos Ortega
Era obvio, que los jugadores de aquella maravillosa plantilla recibían ofertas de otros clubes cada verano. Pero al FC Barcelona no le faltaban alicientes para quedarse, así lo confirma Antonio Carlos Ortega: «El club no nos pagaba mal, y lo segundo, las primas que recibíamos por ganar títulos eran un gran atractivo». Esa pudo ser una de las razones por las que aquel equipo tenía tanto ambición. «Ganar se convirtió en una droga» añade el extremo derecho.
El maestro
El ‘Dream Team’, como todo equipo, tuvo un director. Ese fue Valero Rivera. Un técnico en el que confió el FC Barcelona allá por 1983 cuando dejo las pistas para pasarse a los banquillos. Entre las temporadas 1994/1995 y 1999/2000 dirigió a una de las mejores plantillas de la historia del balonmano.
Muchos creerán que puede ser fácil gestionar un equipo con jugadores de la talla de Tomas Svensson, Andréi Xepkin o Rafael Guijosa. Pero para su entrenador no fue sencillo: «Siempre es difícil gestionar una plantilla que lo gana todo cinco años». Además remarca la ayuda del equipo a la hora de dirigirlo: «Era un equipo entregado al trabajo, a la lucha y a la victoria. Fue más fácil por su gran calidad humana».
Probablemente la mejor temporada como técnico de toda su carrera fue la de 1999/2000. Lo ganó todo. «Fue un año perfecto. Habiendo lesiones importantes el equipo demostró por quinto año un juego extraordinario» recalca el entrenador.
El técnico de Zaragoza consiguió levantar 55 títulos durante las 20 temporadas que estuvo al mando del posiblemente mejor equipo de la historia del balonmano. Para el entrenador de esa plantilla, no ha habido ningún equipo parecido: «Puede haber equipos con una calidad parecida, pero el dominio del ‘Dream Team’ no lo ha tenido ninguno». Ganarlo todo, batir récords, y marcar una época. Así se puede resumir el paso de Valero Rivera por el FC Barcelona.
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