La primera decisión ya se ha tomado. La Liga Sacyr 2019/2020 ha sido suspendida. EL FC Barcelona es el campeón, no habrá descensos, y ascenderán a esta el Club Balonmano Cisne y el BM Villa de Aranda. Por su parte, el Ademar de León, el CD Bidasoa y el BM Benidorm jugarán en competición europea junto con el FC Barcelona.
Todavía queda por decidir cuál será el formato que adopte la competición la próxima temporada. Los ascensos harán que la Liga Sacyr Asobal cuente con 18 participantes, y las propuestas que hay sobre la mesa son hacer una liga regular de 34 jornadas, o poner en marcha un formato en el que la liga se conformaría con dos grupos de nueve equipos. Así, después se jugaría la Fase del Campeonato y la Fase de la Permanencia. Para el técnico del Bidasoa Irun, Jacobo Cuétara, «la próxima temporada se vivirá una situación extraordinaria que requerirá de medidas acordes a la situación».
Otros entrenadores como el leonés Manolo Cadenas («sería conveniente reducir los partidos y podría ser una Liga interesante») y Lidio Jiménez, de Liberbank Cuenca («nos hemos buscado más preocupaciones donde no las había. Si ya tenemos problemas de calendario todos los años, ahora mucho más, con lo que nos perjudicamos a nosotros mismos»), abren la puerta a esta posibilidad.
«No sabría decir que formato sería mejor. Pero está claro que estamos acostumbrados al actual» – Miguel Velasco
Cuétara explica a Balonmano Actual buena parte de estas razones: «La pandemia nos obliga a tener un calendario flexible, en el que las dos fases darán un margen de maniobra, más en un año importante para nuestra selección con el Mundial de enero y los Juegos Olímpicos de julio». «Esto disminuye el riesgo del número de lesiones y la gravedad» añade. En sus declaraciones a la RFEBM, Cadenas dio otra razón para reducir la carga de encuentros, «porque los viajes a Europa, tal y como los hacemos en León, llevan mucho tiempo y poco descanso». Si a corto plazo esto beneficia a los equipos con participación europea, a largo plazo puede beneficiar al coeficiente de la propia Liga so estos equipos realizan buenos papeles en el Viejo Continente.
El entrenador del Bidasoa Irun también ve ventajas a nivel de Liga como producto: «Aumentaría el nivel de los partidos por la presencia de los mejores jugadores frente a las dificultades que supone una competición colapsada; «se reducen los partidos entre semana, lo que facilita seguir la Liga; y se retrasan las fechas de consecución de los objetivos», sin olvidar que «el control de gastos» en una época incierta, ya que con menos viajes, «disminuirían los gastos en desplazamientos».
Mantener el formato de liga regular, que tendría 34 jornadas, supondría también jugar cuatro partidos más para cada equipo, y realizar dos viajes más respecto a los 15 actuales, cinco más en comparación con una liga de dos fases. El entrenador del BM Logroño La Rioja, Miguel Velasco, no ve impedimentos para hacerlo: «Habría que encajarlo todo en el calendario, pero pienso que hay fechas para hacerlo». Si la temporada es más larga, algunos equipos podrían optar por ampliar sus plantillas, pero no es esta la intención del club riojano. «No creo que haya que ampliar las plantillas para jugar 4 partidos más. Nosotros no nos lo planteamos», concluye su técnico.
«La ampliación de la categoría no debe ser un gran problema siempre que se pueda empezar en las fechas habituales y con normalidad» – Quique Domínguez
Implementar un formato con dos fases, supondría que no todos los equipos jugarían contra todos, como si lo hacen en una liga regular. Quique Domínguez, que será el entrenador del Anaitasuna BM: «Lo más justo es mantener el formato de liga regular. Me parece muy poco oportuno cambiar ahora el formato de la competición». Además añade que «ya hay suficiente inestabilidad como para aumentarla con más modificaciones».
Para Miguel Velasco, también es importante saber cómo se harían los grupos en caso de que se implementase el mencionado nuevo formato. «Deberíamos saber si se harán a sorteo puro o cómo se decidirán. Todos sabemos que en el grupo del FC Barcelona solo habrá tres plazas para la siguiente ronda, porque ellos pasarán». Una RFEBM debatirá con los distintos clubes de la liga para saber a cerca de su opinión de cara a la siguiente temporada y tomar así una decisión. Velasco recalca que «antes de valorar el nuevo formato todos deberíamos ser sabedores de sus normas».
«Una competición con dos fases no es una solución, es La Solución» – Jacobo Cuétara
Por su parte Antonio Rama ve pros y contras en este posible nuevo formato: «A nivel competitivo hace que cada partido sea muy importante. El margen de maniobra es menor». Pero el entrenador de los vallesanos también ve puntos negativos: «Como contra tiene que algunos equipos no se enfrentarán a otros y eso pierde la esencia de que el campeón haya luchado contra todos».
La preparación, otra incertidumbre
No saber cuándo, ni cómo se va a retomar la competición complica a los equipos preparar su vuelta a los terrenos de juego. Antonio Rama cree que «la preparación será un espejo de la sociedad». También puntualiza cuáles son sus prioridades: «Al final el deporte es deporte, por mucho que sea nuestro trabajo, y la salud ahora mismo esta por encima de todo». En ese sentido, conviene recordar que a ese periodo de preparación habrá que añadir el tiempo que los jugadores llevan sin mantener la exigencia física que la alta competición, desde mediados de marzo.
Son varios supuestos sobre los que están trabajando los clubes para retomar la actividad y que sus jugadores vuelvan a su punto óptimo. «Estamos planificando la temporada valorando distintos escenarios, eso lógicamente dificulta en demasía poder hacer un trabajo de calidad que nos gustaría» opina Jacobo Cuetara, que está preparando la vuelta del CD Bidasoa Irun a los pistas sin saber cuál va a ser el formato de la Liga Sacyr Asobal y además jugará en competición europea.
«El estado físico de los jugadores nos hará llegar al comienzo de la temporada aún con más dudas» Antonio Rama
Actuar sobre los hechos. Esa es la idea que tiene el Anaitasuna BM navarro y esa es la línea que sigue su entrenador Quique Domínguez: «Estamos tratando de imaginar y anticipar distintos escenarios, estando muy pendientes de la situación». El técnico también pone su foco en otras disciplinas: «Observamos lo que hacen en otros deportes y otros países para adoptar aquello que nos pueda ser útil».
Está claro que la decisión que se tome de cara temporada 2020/2021 tendrá diversas opiniones, pero lo que está claro es que el balonmano español vive una situación extraordinaria y la situación también lo será. Habrá que ver cuándo se vuelve a jugar y en qué condiciones. De momento, a los clubes solo les queda intentar preparar una nueva campaña y tener a todos sus jugadores a punto para una posible vuelta a las pistas.
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