Un campeonato mundial, es verdaderamente el trofeo más preciado que puede tener un jugador de balonmano en su vitrina. En cambio, muchos de ellos no lo consiguen y no es por no haberse impuesto en la final, si no que estuvieron ausentes en el torneo por una lesión ocasionada en algún otro partido o porque han decidido retirarse de la selección nacional cuando aún podían jugar con ella.
«Somos los más perjudicados con calendario» – Gedeón Guardiola
Es muy difícil evidentemente que todos y cada uno de los jugadores que quieran convocar los distintos seleccionadores estén disponibles para la gran cita. Hay lesiones, y a veces llegan cuando un jugador menos se las espera. Una razón puede ser sencilla, tener mala suerte. Mala suerte en el sentido de que un jugador puede haberse torcido el tobillo al caer de un salto cuando lanzaba. Otra en cambio es una lesión que sufre un jugador por el desgaste que le está suponiendo el exigente calendario que se le presenta cada temporada.
Este último mundial que se ha disputado en Francia, es el claro ejemplo de lo sacrificado que es este deporte y de lo que sufren los cuerpos de los jugadores. La lista de los lesionados para este gran torneo ha sido de 42 jugadores en total. Tan solo 6 selecciones como son; Argentina, Rusia, Japon, Angola, Bahrein o Arabia Saudi disponían de toda la plantilla al completo. En los nombres de los países que no tenían lesionados queda reflejado el sufrimiento de un jugador de élite o más bien, de una liga top. Con esto último me refiero a que los jugadores de Alemania o Dinamarca por ejemplo sufren más, porque muchos de sus jugadores juegan en ligas de gran calidad y eso requiere mucho sufrimiento, por el nivel y la frecuencia de los partidos, y eso al final se nota.
No es fácil jugar en un equipo de máximo nivel. Juegas 2-3 competiciones al mismo tiempo y tu cuerpo quizás no lo pueda soportar. Es por ello que gente como Christian Dissinger, lateral del THW Kiel con tan solo 25 años ha decidido tomar un descanso y dejar por un tiempo la selección alemana. El sueco Kim Ekdhal du Rietz también tomó la misma decisión y dejo la selección nacional de su país para centrarse solo en dar lo mejor al Rhein Neckar Löwen. Parecen decisiones precipitadas para algunos o también desaprovechar una gran oportunidad de llevarse una medalla al cuello, pero cada vez es más común.
Hendrik Pekeler y Holger Glandorf, son un caso especial. Ambos renunciaron a la selección de Alemania tras un tiempo en ella. La principal razón era el desgaste que sufría su cuerpo y las lesiones que les generaba jugar tantos partidos. En cambio, para el último mundial, se prestaron a estar en la lista de jugadores provisionales y finalmente viajaron a Francia para disputar los octavos de final, en los que cayeron derrotados. Esta es una forma de ser intermitente en el conjunto nacional y no renunciar a ella para siempre. Como se puede ver, varios jugadores parecen estar probando esta opción para ver como responde su cuerpo.
«En el MKB Veszprem este año casi doblamos la cantidad de partidos respecto al año pasado, y tenemos mucho riesgo de hacernos daño» – Laszlo Nagy
Una vez terminado el mundial mencionado en las anteriores lineas, vuelven a la normalidad las competiciones nacionales y continentales. El MKB Veszprem por ejemplo, ha vuelto a la normalidad, a su dura realidad. Los húngaros han tenido que jugar 3 partidos en tan solo 5 días (04/02/2017, 05/02/2017 y el 07/02/2017). A muchos les sorprendía al principio de temporada que el conjunto magiar hubiese cerrado una plantilla de 27 jugadores, pero esto se puede ir convirtiendo en una cosa más habitual con el tiempo.
Es puro espectáculo para los aficionados, poder disfrutar de 2 partidos a la semana en tu pabellón, pero ¿El garantizar es espectáculo, garantiza también las lesiones?, ¿Aguantarán mucho tiempo los jugadores bajo este exigente calendario?, ¿Se debe analizar el calendario de la temporada? Son muchas las preguntas que surgen, pero todas están direccionadas hacía un mismo tema, el calendario de la temporada que se les presenta a los jugadores cada final de agosto al terminar la pretemporada.
Los torneos y los partidos deberían ser recordados y mencionados por el espectáculo que se ofrece en ellos y no por la cantidad de lesionados que no han podido disputarlos.
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