Los malos resultados en este inicio de temporada le han costado el puesto al esloveno Branko Tamse, y el último volantazo de Zoran Gobac ha sido traer de vuelta a Veselin Vujovic como entrenador, algo que confirma la deriva deportiva de los croatas en los últimos tiempos, que suman la friolera de once cambios de técnico en los últimos siete años. Una situación incompatible con un proyecto serio.
Decir que el RK Zagreb es un club histórico del balonmano mundial es quedarse corto, su gran palmarés tanto nacional como internacional es abrumador y además su gran cantera de jugadores lo hacía un equipo a evitar por su rivales. Pero en los últimos años el club balcánico ha desaparecido de las grandes citas europeas e incluso ha perdido terreno en Croacia a favor de su vecino, el RK Nexe.
La última vez donde vimos al Zagreb luchar por un gran título europeo fue en la temporada 04-05 cuando perdió la final de la Recopa ante el Ademar León. Desde entonces solamente ha ganado una SEHA League en 2013 de la mano de Veselin Vujovic, habiendo perdido las dos últimas finales de esta liga regional ante el Vardar macedonio. Por contra, en la Champions League, el termómetro para comprobar la calidad de los grandes clubes europeos, su techo han sido los cuartos de final, alcanzando dicha eliminatoria tres veces en los últimos siete años. Siendo su peor actuación en la máxima competición continental la temporada 17-18, cuando fue colista del grupo A ganando solamente dos partidos.
Su oasis particular siguen siendo las competiciones domésticas, donde sigue ganando la Liga y la Copa desde la independencia de Croacia, pues suma 28 trofeos en 28 ediciones de la liga y 26 entorchados de Copa, solo perdiendo dos ediciones consecutivas en favor del RK Metkovic Jambo. Aunque su distancia con el RK Nexe cada vez es más corta, un club que poco a poco trabajando sin cesar va creciendo año a año, tal como demuestran sus resultados en la SEHA y en Europa. Además, el año pasado en la primera jornada de la SEHA League el Nexe fue capaz de ganar al Zagreb por primera vez en la historia.
Si hace unos años era una plantilla plagada de estrellas balcánicas, tales como Slavko Goluza, Mirza Dzomba, Niksa Kaleb, Ivano Balic o Igor Vori, todos ellos miembros de la generación croata ganadora del Oro Olímpico en Atenas y el Mundial 2003, ahora solo cuenta en sus filas con el sempiterno capitán Zlatko Horvat como principal reclamo y el veterano Damir Bicanic. Si en aquellos tiempos RK Zagreb era prácticamente la base de la selección croata, hoy sus mejores jugadores han emigrado fuera, como es el caso de Luka Stepancic. Sin ir más lejos, en el pasado Mundial de Alemania y Dinamarca solo tres jugadores del RK Zagreb formaron parte de la selección croata, ninguno de ellos primeras espadas del combinado ajedrezado.
Este año, las cosas no van nada bien para los de Vujovic. En Champions no solo no han sumado ni un punto en tres partidos, sino que además han mostrado un juego plano, sin ideas y cayendo por goleadas (29-37 ante PSG, 30-20 ante Aalborg y un contundente 19-36 ante el Barça, este último ya dirigido por Vujovic). Además no pinta nada bien sus siguientes compromisos pues tendrá en frente a los «cocos» Flensburg y Pick Szeged. Mientras, en la SEHA League suman dos victorias y una derrota.
Analizado su juego en la pista es obvio que necesitan un nuevo sistema defensivo, dejando a un lado su 6:0 al estilo balcánico, algo que ya intentó Vujovic ante el Barça pero no salió demasiado bien. Su portería debe mejorar urgentemente sus números, pues en ningún partido de Champions ha tenido más de un 25% de acierto. En el lado ofensivo apenas tienen ideas en el ataque estático siendo su salida habitual que Horvat lance desde su esquina o se desdoble hacia la posición de lateral.
Tener a Veselin Vujovic como técnico es una garantía para poder proponer un nuevo sistema de juego más efectivo y dinámico, y así tener opción de optar a la Final4 de Colonia o sumar más títulos en la SEHA. Pero para ello
necesita que los jefes en los despachos le den las herramientas y la paciencia necesarias para construir un proyecto a largo plazo. Algo que la anterior etapa del montenegrino no pasó, ya que se vio obligado a dimitir de su puesto por desavenencias con la directiva debido a su cargo de seleccionador esloveno.
Veselin es experto en hacer milagros, veremos si es capaz de rescatar a los croatas.
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