Una tarde de domingo, como la de ayer, la del 22 de enero de 2017, pasará ya a la historia del balonmano. En el mundial de Francia 2017 se dio una de las mayores sorpresas que se han visto en los campeonatos mundiales de balonmano.
Se avecinaban los octavos de final del gran torneo del año y tras una buena fase de grupos Dinamarca, líder del grupo D recibía a una Hungría que no había cerrado su mejor primera fase. Alemania por su parte, líder también del grupo C se enfrentaba a una Qatar con varias bajas. Todos los aficionados de este deporte ‘sabían’ lo que esta tarde iba a pasar. La campeona de los JJOO arrollaría a los magiares y los campeones de Europa también iban a atropellar a Qatar como ya lo hizo en los pasados JJOO de Rio 2016, Pero no fue así.
Los técnicos de ambas selecciones, Dagur Sgurdsson y Gudmundur Gudmundsson islandeses, se iban despedir de los respectivos combinados nacionales que dirigían después de este mundial, y lo querían hacer con una medalla en el cuello. Todos les ponían el cartel de favorito, los periodistas, los jugadores, las casas de apuestas… Etc. Pero al llegar la hora de la verdad, un golpe en la mesa mandó a casa a Dinamarca y Alemania. Dos combinados notablemente inferiores como son Hungría y Qatar se impusieron tras un agónico y trabajado encuentro.
Pudo ser la presión un factor importante, ya que la actual campeona de Europa (Alemania) y la campeona de los JJOO (Dinamarca) tenían la presión de tener que ganar después de haber sido líderes de su grupo en la primera fase. Hungría y Qatar en cambio venían de cerrar una mediocre primera fase y accedieron a los octavos de final en cuarta posición. Otro de los factores que pudo influir, fue la calidad de los técnicos españoles. La táctica y la forma de plantear el partido de Valero Rivera y Xavi Sabate fue casi perfecta en el día de ayer.
Es la primera vez en la historia de los campeonatos mundiales que una cuarta clasificada consigue eliminar a un líder de grupo en los octavos de final. La de ayer fue una gesta para la historia y muchos la recordarán, porque es muy difícil que se vuelva a ver.
Valero Rivera y Xavi Sabate, técnicos españoles, no tenían un sencillo trabajo ayer pero todo el mundo era sabedor del gran potencial táctico que tienen. El planteamiento que ambos realizaron del encuentro podía haber sido absurdo ya que el equipo que tenían en frente estaba capacitado en opinión de muchos para colgarse el oro al cuello. En cambio, como muchos profesionales de este deporte han reconocido más de una vez, el talento de los técnicos españoles volvió a estar por encima de todo y sonó la campana. Por lo tanto, ayer no solo ganaron Qatar y Hungria, España también derroto a Islandia en los banquillos.
Así, Dinamarca y Alemania ayer se despidieron de la lucha por el campeonato del mundo después de jugar su peor partido de este. Puede ser mala suerte, pero hay que decir que Hungría y Qatar jugaron muy bien sus cartas y cerraron una hazaña memorable y es que como dijo Valero Rivera; «Nos pueden ganar muchos, pero podemos ganar a algunos«.
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