A 78km de Ljubljana, entre montañas, a los pies de un castillo y en una población medieval se sitúa el RK Celje Pivovarna Lasko esloveno, equipo con mucha historia. Después de la II. Guerra Mundial, el balonmano se convirtió en el deporte rey de Eslovenia. En la población de Celje, situada en la región de Savinia, había dos equipos que obviamente, tenían mucha rivalidad.
Eran el Celje y el Olimp, dos clubes en una población que no superaba los 30.000. En 1947, se unieron para fundar el RK Celje, equipo más importante del país en la actualidad. Cuando se inicio el proyecto tenían la misma mentalidad que ahora, dar paso a los jugadores de la casa y formar una buena cantera para llegar lo más lejos posible siempre con jugadores formados en la entidad.
Puede ser que la ideología de crear una buena cantera con la que se pudiese reforzar el primer equipo fuese causa de la situación económica que sufría el club, por aquel entonces. Actualmente es el mejor equipo del país y se ha convertido en uno de los fijos en la EHF Champions League. La clave de todo, el trabajo y la mentalidad de los dirigentes, que sigue intacta a pesar de que hayan pasado distintas personas por las oficinas de la entidad.
Los cambios a veces suelen ser para bien, pero otras no terminan en buen puerto. Los cambios de mentalidad que puede sufrir una entidad según y que dirigente tenga suele traer muchos cambios en el club. El RK Celje, siempre lo ha tenido claro, lo más importante es asentar las bases y formar bien a los jugadores para no tener que depender de los fichajes.
Capacidad de reinventarse
Las salidas de jugadores claves, siempre son difíciles de suplir y un rompecabezas para los dirigentes de un club. Sí a eso le sumas que cada temporada se marchan de tu plantilla 3-4 jugadores, el trabajo es más duro aún. Esta es otra de las virtudes que hace único al club balcánico, la capacidad de rehacer el equipo cada vez que una perla de su cantera se marcha a un equipo que tiene más aspiraciones. Es el caso de jugadores como Blaz Blagotinsek o Gasper Marguc, que marcharon del club para crecer en Europa después de despuntar con el RK Celje.
El último verano ha sido muy ajetreado para la dirección del club esloveno, ya que los pilares del equipo, como eran Miha Zarabec y Blaz Janc dejaron el club para poner rumbo al THW Kiel alemán y al Kielce Handball polaco respectivamente. A estas bajas se les sumaron otras menos sonadas pero también importantes como fueron la del veterano Luka Zvizej o la del joven pivote Vid Poteko.
Si hay algo que hace único al RK Celje exloveno, es la capacidad que tiene para recomponer el equipo después de sufrir bajas importantes cada verano. La clave de todo, la cantera. El club se refuerza con fichajes, si, pero la cantidad de fichajes siempre es menor que la de los jugadores que reciben la oportunidad de formar parte del primer equipo.
Lejos de bajar el nivel, el club está mejorando sus números desde hace varias temporadas, tanto en la SEHA League como en la EHF Champions League. La temporada pasada, se quedaron fuera de los 1/16 de final de esta última tras perder contra el RK Zagreb en la última jornada, equipo que los dejó fuera de la Final4 de la SEHA League, en el último partido también. La liga eslovena la han ganado en 21 ocasiones de las 25 que se han disputado.
Exportadores de diamantes
La oportunidad que el RK Celje ofrece todas las temporadas a sus jóvenes promesas está siendo llamativa, no solo por el riesgo que toman, sino por el impacto que tienen sus prometedores jugadores en el escaparate europeo. Los últimos diamantes que han salido de la fábrica eslovena han sido Blaz Janc (Kielce Handball) y Urh Kastelic (RK Zagreb). Este último ha estado cedido en equipos como el Pick Szeged los últimos 3 años, pero salió de la fabrica eslovena también.
Antes salieron otros como Dragan Gajic, Gasper Marguc o Blaz Blagotinsek, jugadores ahora del Telekom Veszprem y ya suenan nombres para ser los próximos diamantes exportados. El extremo Gal Marguc o el central Domen Makuc son dos de los candidatos a ser unas ‘superestrellas’. Pero, ¿A qué se debe tal cantidad de talentos?
A veces, lo que les falta a muchas jóvenes promesas que al final no llegaron a ser las estrellas que pensaban que serian, son las oportunidades. El RK Celje toma cada temporada la decisión de incluir en su plantilla a jugadores muy jóvenes y los hace debutar en competiciones como la EHF Champions League, para que maduren, cojan experiencia y mejoren sus cualidades.
Cuando se dice muy jóvenes, es muy jóvenes. El club esloveno ha dado la oportunidad de debutar en la máxima competición europea a jugadores de su cantera con una impactante inmadurez, que inmediatamente adquirieron. Dragan Gajic (16 años), Blaz Blagotinsek (18 años), Gasper Marguc (18 años), Blaz Janc (15 años), Gal Marguc (18 años) y Domen Macuc (16 años).
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