Hoy hablaremos de un club sin muchos títulos en sus vitrinas, sin una historia demasiado exitosa, pero a la vez, cuna de los mejores talentos que haya visto nuestro balonmano y un exponente del balonmano de barrio, de ese balonmano donde jugadores y aficionados eran una familia. Hablaremos del Club Balonmano Ciudad Naranco, con sede en la ciudad de Oviedo.
El club de la capital asturiana nace en la temporada 1978-79 como respuesta a la desaparición de otro club de balonmano de la ciudad, la ACD Telefónica, equipo que había renunciado a subir a Primera Nacional (la segunda categoría estatal por entonces) debido a los gastos que eso suponía. Para hacerse una idea del sentimiento de pertenencia que supuso este club al barrio Ciudad Naranco, sus primeros socios pusieron mil pesetas de su propio bolsillo para que el equipo pudiera disputar su primera temporada en Primera Nacional. Mención aparte en la historia del equipo merece el colegio de Las Ursulinas, en su patio se forjarían los futuros jugadores de la escuadra carbayona.
En esta categoría militaría hasta la temporada 1984-85, cuando debuta en la División de Honor, siendo el segundo club asturiano, por detrás del Real Grupo de Cultura Covadonga gijonés en llegar tan alto. En este ascenso destacan dos nombres propios, Quique Perera, autor del gol del ascenso y el guardameta Félix Peñalva. Su primera aventura en la máxima categoría es muy corta, pues desciende de nuevo a Primera ese misma temporada, donde estaría dos años hasta poder ascender de nuevo en 1986, dando así inicio a la mejor etapa de su historia de la mano su mítico Presidente José Emilio Fariza. En la División Honor permaneció hasta 1991. si bien en 1990 se crea la Liga ASOBAL de la cual es miembro fundador, tras su descenso en la primera Liga ASOBAL, solo estaría un año en la categoría de Plata y volvería en 1992.
En estos años formarían parte de la familia azulona nombres tan ilustres de este deporte como Manolo Cadenas, Falo Méndez, Carlos Álvarez, Chechu Villaldea, Jesús Heriberto «Caco», Fernando Bernés o los internacionales Irme Biró y Zlatan Arnautovic. Tras cuatro años en la segunda división nacional, tanto Primera Nacional como División de Honor B, y con el incansable empeño de Fariza en los despachos conseguiría su ansiado ascenso en la temporada 1997-98, claves en este éxito fueron el trabajo de los entrenadores Falo Méndez y Alberto Suárez, mientras que en la pista quienes brillaban eran los jóvenes pero talentosos Alberto Enterríos, David Davis, Gerard Bros o Marcel Pagliotta.
«No se puede hablar del Naranco sin referirse a José Emilio Martinez. Sin él nunca hubieran llegado a la éltie. Fue un equipo que contó entre sus técnicos a hombres importantes. Falo Méndez, Manolo Cadenas y Alberto Suárez hicieron posible el milagro en la pista». – Luis Miguel López
Desgraciadamente ésta es la última vez hasta la fecha que la ciudad de Oviedo vio un partido de Liga ASOBAL, en 1993 los naranquinos descendían a Honor B y ya nunca volverían a ser lo que fueron. Compitiendo hasta 2008 entre Plata y Primera Nacional, en septiembre de ese mismo año, en una asamblea extraordinaria de socios se decidía poner fin a sus treinta años de historia, acuciados por las deudas y sin respaldo económico de empresas o instituciones. Otra víctima más de la maldita crisis.
A día de hoy el Balonmano Base Oviedo, fundado en 1993 es el máximo exponente de nuestro deporte en la vetusta ciudad, siendo uno de los equipos punteros de la Primera Nacional y con una muy buena plantilla este año es sin duda uno de los candidatos al ascenso a División de Honor Plata.
Ojalá el Pabellón de Vallobín vuelva a recuperar sus mejores tiempos y Oviedo vuelva a estar presente en la Liga ASOBAL.
Sin comentarios