El balonmano español vive desde hace varios meses uno de los peores momentos de su historia. BALONMANO ACTUAL habla de la situación con varios de los principales protagonistas de este deporte: los jugadores.
Desde que se tuviese que suspender la temporada 2019/2020 por la imposibilidad de disputar los partidos debido al Covid-19, el balonmano español, avanza, muy poco a poco y sin tener un rumbo seguro. Tomada la decisión de que no hubiese descensos y sí ascensos, la decisión tomada el 13 de junio fue realizar la temporada 2020/2021 con un formato de liga regular de 34 jornadas. Los problemas fueron varios para establecer un formato que gustase a todos los participantes. Decidido el sorteo, el 13 de junio, el protocólo correspondiente para combatir la pandemia con la Liga Sacyr ASOBAL en marcha era una de las cosas que faltaba por concretar.
El jugador del Ángel Ximénez Puente Genil Juan Castro piensa que «la situación que vivimos es compleja para todos, pero creo que ha habido tiempo suficiente desde la cancelación de la última liga para preparar la próxima». El central va más allá, y además del problema que vive la ASOBAL, cree que es el balonmano español en su conjunto el que sufre cierto desorden: «Los cimientos de nuestro balonmano no son lo suficientemente fuertes, y esto nos podía haber servido para aprender». La ASOBAL y la RFEBM han estado presentes estos meses en las conversaciones dobre el balonmano, y la razón por la que se ha hablado de ellos ha sido la falta der acuerdo para conformar una competición viable que se pudiese llevar a cabo con el Covid-19 todavía presente. Castro añade: «La división entre los dos organismos ha crecido, y no es nada bueno de cara a conseguir apoyos. La situación no ayuda, pero si los cimientos fuesen sólidos se habría solucionado todo mucho antes».
«El protocolo tiene que ser muy claro, porque en hay distintas medidas en cada comunidad. Algunos clubes puede que no sepan muy bien qué hacer si ocurre algo» – Miguel Sánchez-Migallón
La situación es compleja, y además de las diferencias que existen entre diferentes organizaciones, estas también mantienen cierta tensión con algunos clubes. El FC Barcelona y el CBM Ciudad de Logroño decidieron salir de la ASOBAL. El presidente del segundo, Ángel Rituerto afirmó que “algunos nos sentímos ninguneados” antes de comunicar a Adolfo Aragonés, el que fuera presidente de la ASOBAL su intención de abandonar la asociación. Otros clubes que también han vivido momentos tensos han sido los ascendidos Villa de Aranda y el BM Cisne gallego. En el sorteo de la temporada fueron llamados como ‘Club 17’ y ‘Club 18’, tras no haber presentado cierta documentación, que después la RFEBM aclaró que estaba presentada.
«La situación no ayuda, y no sabemos quién tiene razón, pero si remásemos todos en la misma dirección, los problemas habrían sido muchos menos»- Juan Castro
El 26 de agosto la junta directiva de la AJBM y los capitanes de los clubes de la máxima categoría emitieron un comunicado en el que indicaron sus preocupaciones, y también pidieronn que se tomasen ciertas medidas. El capitán del CBM Ciudad de Logroño, Miguel Sánchez-Migallón, opina que «la ASOBAL no ha leído o no ha tenido en cuenta nuestro comunicado, y prueba de ello es que no hayamos recibido ningún feedback«. El jugador piensa que la unión es el camino: «No sé si tienen en la cabeza los intereses de los jugadores y de los clubes, pero si no hay unión en el balonmano español y remamos todos a una, no saldremos adelante en este complicado año».
La Liga Sacyr ASOBAL debía haber comenzado el pasado 1 de septiembre con el Bidasoa Irun – Abanca Ademar de León que se iba a disputar en Artaleku, pero no fue así. El día previo, la RFEBM emitió un comunicado oficial en el que anunciaba la suspensión de las jornadas 1 y 3 que se iban a disputar la próxima semana. El arranque liguero tendrá que esperar. Nacho Vallés, jugador del BM Sinfín, club que contó con un falso positivo en Covid-19 afirma que hay cosas que no se pueden permitir: «Nosotros como jugadores profesionales tenemos que adoptar las medidas que se tomen, pero no se puede suspender provisionalmente la Liga a un dia de su comienzo». También se acuerda de otros profesionales de este deporte y añade que «a pocos días de reiniciar la competición no sabemos cómo será el formato ni contra quien jugaremos, es una falta de respeto a jugadores, cuerpo técnico y clubs que llevamos más de un mes trabajando en unas circustancias extrañas para llegar preparados al 100% a un año que se presenta diferente a cualquier otro».
«Creo que se podia haber trabajado en haber realizado muchos protocolos durante todo el tiempo que hemos estado parados» – Nacho Vallés
Tras la suspensión de las primeras jornadas, las entidades tendrán un trabajo acumulado para poder disputar las 34 jornadas planificadas en un año con parones por torneos preolímpicos, un mundial y distintas copas domésticas. Los clubes, además también tendrán que variar su planteamiento para poder llevar a cabo su temporada. Juan Castro afirma que se deben «buscar soluciones, pero que sean reales. Ahora mismo no podemos plantear una liga ideal sin el Covid-19, porque todavía no hemos ganado esa batalla». Miguel Sánchez Migallón, añade que hay que ser flexibles: «Hay que pensar varios escenarios posibles y que tengan margen por si hay que aplazar algún partido o realizar cualquier modificación».
Esta situación es nueva para todos. El escenario que se había planteado no se ha podido llevar a cabo. Pero la temporada 2020/2021 ya comenzó en el balonmano español. Lo hizo el pasado 29 de agosto con la Supercopa Sacyr Asobal. No hay vuelta atrás, y los clubes de la Liga Sacyr Asobal ya esperan una nueva fecha de comienzo para la competición. Nacho Vallés resume el sentir general «los jugadores, técnicos y otros trabajadores seguiremos trabajando para dar el 100% para arrancar, ya que es vital para el balonmano español».
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