Como todos imaginábamos, un equipo como el PSG Handball no podía faltar a la mayor cita del balonmano europeo, pero a pesar de la plantilla que tiene el conjunto parisino, el Pick Szeged no se lo puso nada fácil en la última eliminatoria. Los de Noka Serdarusic y Staffan Olsson repiten otro año más en Colonia, pero este año intentarán coronarse campeones.
El equipo francés se plantó el año pasado por primera vez en una EHF Final4, y cayeron eliminados por 29-27 ante el KS Kielce que después se habría coronado campeón de la máxima competición europea. El conjunto parisino dejó sensaciones de que pudo hacer más por estar en la final ya que dominó la semifinal por momentos, pero no la terminaron de rematar.
Es difícil, encontrar cuales son los puntos débiles de una plantilla como la del equipo francés, porque prácticamente todos los jugadores pueden ser desequilibrantes. Es por ello que un factor importantísimo y uno de los más fuertes de este equipo es la amplia plantilla de jugadores con muchísima calidad. Resulta difícil entender para algunos que Daniel Narcisse, por poner un ejemplo, no dispute más de 30 minutos en un partido, pero si miras al 40×20 están jugando jugadores de la talla de Mikkel Hansen. Serdarusic dispone de una plantilla de muchísimo nivel.
Los extremos del PSG Handball, son quizás los mejores del mundo. Uwe Gensheimer y Luc Abalo forman un dúo de extremos que pocas veces se ha podido ver. Ambos jugadores meten goles de todos los colores y salen al contrataque como balas, y si a todo eso le sumas su eficacia desde la linea de 7 metros, te salen los números que llevan en sus respectivos marcadores. El alemán es el máximo artillero de la competición con 106 goles, y el francés suma 49. Sin duda son dos jugadores a temer por los rivales.
Los cañoneros o francotiradores, no podían faltar en una platilla tan completa, y además son cañoneros de alto nivel. Mikkel Hansen, Nedim Remili o Nikola Karabatic son algunos de los laterales que militan en este grupo. Cuando el ataque está dubitativo y hay riesgo de que se colapse, sacan su brazo a relucir y pueden ser muy peligrosos. Tienen mucha potencia en su lanzamiento además de la facilidad para colocar el balón en las extremos de la portería.
A pesar de su edad, no se pueden pasar por alto los porteros del cuadro parisino. El esloveno Goradz Skof y el francés Thierry Omeyer están en un momento espectacular y hacen una dupla impresionante. La veteranía puede ser un plus, pero la calidad de estos porteros la tienen muy pocos, y darán mucho que hablar en Colonia.
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