A diferencia de otros muchos grandes jugadores, el suizo Andy Schmid nunca antes había tenido la oportunidad de disputar un Campeonato del Mundo defendiendo a su país. En 2021, y por la baja de última hora de Estados Unidos, el central del Rhein Neckar Löwen alemán disputará durante las próximas semanas su primer torneo mundial.
Cuando parecía que al suizo le llegaría la hora del retiro sin haber podido disfrutar de un Mundial, finalmente lo va a poder hacer. La IHF repescó a Suiza de la reserva que había preparado por si alguna selección no podría disputar el torneo. Será por los numerosos contagios en el combinado de Estados Unidos. Será sin los aficionados a los que tantos años lleva acostumbrado a escuchar ovacionarle. Pero Andy Schmid jugará su primer campeonato del mundo en Egipto 2021.
Las opciones de su selección sobre el papel no son muchas, y menos estando encuadrada en el grupo con países como Francia, Noruega o Austria. A esta última se enfrentarán en su estreno en el campeonato, en un nuevo clásico centroeuropeo. A pesar de los resultados, en este torneo los partidos de Suiza irán más allá. Y es que Andy Schmid, siempre despliega un juego espectacular sea cual sea el rival. A su increíble capacidad de liderazgo -que ejerce también en su club-, las mágicas asistencias e importantes jugadas que deja en cada partido son infinitas. A diferencia de otros jugadores, el suizo se siente más agusto con el balón entre sus manos que cuando lo tiene un compañero suyo.
Ha llegado tarde su oportunidad. No cabe duda de que si hubiese nacido en otro país habría jugado alguno. Su oportunidad ha llegado ahora, cuando otros jugadores ya han disputado hasta 10 mundiales, y otros se han colgado el oro en 5 ocasiones. El nombrado mejor jugador de la Bundesliga, para muchos la mejor liga del mundo, en cinco ocasiones consecutivas entre 2014 y 2018, escuchará por primera vez el himno nacional de su país en un Mundial.
Después de ver sus exhibiciones en la Bundesliga, en la Champions y también en varios Europeos, los aficionados del balonmano podrán decir a partir de ahora que también han disfrutado de Andy Schmid en un Mundial. A sus 37 años, después de más de 200 internacionalidades y 800 goles, ha llegado su primera oportunidad. No nos defraudes, Andy.
Sin comentarios