Hay jugadores que se marchan al extranjero a vivir una aventura, y otros que se van casi a dar la vuelta al mundo. Ese es Víctor Hugo López. El lateral derecho malagueño, tras militar en varios equipos de la Liga ASOBAL, se mudó a la ciudad japonesa de Nagoya para recalar en el Toyoda Gosei.
Pregunta. ¿Cuál fue la primera impresión al llegar al equipo y la primera impresión de la ciudad?
Respuesta. En primer lugar los equipos son propiedad de grandes empresas, en mi caso Toyoda Gosei (que forma parte del grupo Toyota y elabora piezas de coches). Así que a nivel organizacional es como trabajar en una empresa. En ese sentido, me pareció que el club estaba muy bien estructurado y era muy profesional, aunque los jugadores son “semi-profesionales”, trabajan por la mañana de 8:30 a 15:00 y luego entrenamos de 16:00 a 20:30 aproximadamente.
La ciudad donde vivo es Nagoya, la cuarta ciudad por tamaño de Japón (unos 8 millones de habitantes). Al principio no sabes como te vas a desenvolver, conducen por el lado izquierdo, no entiendes ningún cartel, etc. Pero poco a poco te vas adaptando y descubriendo lugares con mucho encanto.
P. ¿Cómo fue tu adaptación en el equipo cuando llegaste? ¿Quién te ha ayudado más a integrarte en él?
R. La adaptación fue muy bien, los japoneses en ese sentido son fantásticos. Hacen todo lo que pueden por hacerte sentir cómodo. Son muy empáticos así que se preocupan y se adelantan a todas las necesidades o problemáticas que puedas tener. Además, con los compañeros es un placer trabajar, son muy disciplinados, con buena actitud, siempre intentando mejorar y comunicarse a su manera.
El primer año tuve un traductor que me ayudó mucho, no sólo para comunicarme sino también a entender la forma de pensar y de hacer de los japoneses, sus costumbres, su cultura, etc. Eso me ayudó a entender como funcionan las personas y las “cosas” aquí, lo cual fue mi importante.
P. ¿Qué tal te ha ido con el idioma desde entonces?
R. Siguiente pregunta…. –contesta entre risas–. Aquí suspendo. En Japón hay dos alfabetos, Hiragana y Katakana, con más de 50 “letras” cada uno. Estos puedo leerlos. El problema es que además utilizan Kanjis (que son sinogramas que representan conceptos), hay más de 6000 creo, pero bueno lo mínimo sería dominar unos 2000.
La inversión en tiempo para dominar el idioma es muy grande y cómo aquí vivo año a año pues decidí “sobrevivir” sin estudiarlo. Así que sé lo básico para relacionarte un poco, tratar con los compañeros y vivir. Lo que sí he aprendido son los términos relacionados con el juego, que no son muchos y además muchos vienen del inglés pero con pronunciación “japonesa”.
P. ¿Cómo es la vida allí?
R. Yo creo que esa pregunta difiere mucho de si se la haces a un japonés o a un extranjero (Gaijin para ellos). En el caso de los japoneses, se puede decir que su vida está enfocada al trabajo, dedican mucho tiempo a él, a veces trabajando muchas horas extras e incluso fines de semana. Por ejemplo, mis compañeros trabajan en la empresa de 8:30 a 15:00, luego entrenamos de 16:00 a 8:30. Además los fines de semana viajamos o jugamos partidos, por lo que tienen muy poco tiempo de ocio.
Para los extranjeros, en general, la vida es un poco más tranquila. Creo que para vivir con la familia es un sitio muy recomendable. Es muy seguro y hay siempre cosas interesantes para hacer.
P. ¿Qué diferencias aprecias con el balonmano en España?
R. A nivel estructural, como te decía antes, los clubs pertenecen a grandes empresas y esto hace que el funcionamiento sea un poco particular.
Hay nueve equipos en la liga, los jugadores de cada equipo trabajan en dicha empresa. El sistema de fichajes de jugadores es totalmente distinto. En Japón, los estudiantes del tercer año de universidad empiezan a aplicar para trabajar en distintas empresas, para, justo al acabar el cuarto año en la universidad, empezar a trabajar. Y en esa empresa trabajaran toda su vida. Por lo tanto, los equipos intentan atraer a jugadores desde la universidad ya que cuando eligen destino, jugarán en ese equipo para toda la vida. Luego no hay fichajes entre los japoneses, se puede parecer un poco al sistema americano universitario. Solamente somos varios extranjeros en la liga: dos coreanos, uno de Taiwan y yo.
Al pertenecer los clubs a grandes empresas la liga está muy bien organizada, este año, de cara a promocionar el balonmano para los J.J. O.O de Tokyo 2020, jugaremos tres rondas: un partido en casa, uno fuera de casa y otro en campo neutro en lugares que no hay equipos. En este sentido, la planificación es un gustazo.
P. ¿Qué haces en tu tiempo libre?
R. Lo que más intento hacer aquí es viajar o al menos visitar muchos lugares. También me gusta mucho escaparme a la naturaleza, lo cual no es muy fácil porque todo está lejos. Pero sobre todo estar con mi familia, ya que casi todos los fines de semana viajo y no puedo estar mucho tiempo con ellos.
P. ¿Qué recomendarías visitar a una persona que viajase por primera vez a Japón o a tu ciudad?
En Japón, las principales ciudades turísticas son Tokyo, Osaka y Kyoto, así que sobre eso poco que contar. Hay ciertos monumentos que hay que visitar sí o sí y vienen en todas las guias. Pero para mí si que hay una cosa muy especial, que es adentrarte por las calles, pasear, ver un poco cómo es su vida, sus costumbres.
Nagoya, aunque está de camino en tren de alta velocidad (Shinkansen) entre Tokyo y Osaka, en realidad, está bastante fuera del circuito turístico. Pero entre los principales atractivos para mí están: Osu Street (que son unas calles con comercios tradicionales), el castillo de Nagoya, la zona de la estación de tren o el centro de la ciudad (Sakae), además de algunos jardines típicos japoneses.
P. ¿Podrías decirnos algo positivo y algo negativo de Japón?
R. En mi opinión hay muchas cosas positivas como lo formales, respetuosos y cívicos que son los japoneses. Su capacidad de trabajo y su compromiso con la empresa. O el respeto que tienen por las tradiciones y costumbres. En general diría que son muy resilentes.
Y como todos, también tienen cosas negativas claro, son muy poco espontáneos, les cuesta mucho cambiar. Tienen una burocracia brutal y cosas que en España ni te preocuparías, aquí te llevan mucho tiempo. Cómo no les gusta la confrontación directa, a veces es complicado saber que piensan de verdad.
P. Por último, ¿Qué es lo que Hugo echa más de menos de España?
R. Lo que más echo de menos es tener algo mas de vida social, la familia y amigos. La barrera de la comunicación es bastante importante, sobre todo, porque los japoneses, en general, no hablan nada de inglés. Y aunque tenemos algunos amigos españoles, australianos o ingleses tampoco tengo mucho tiempo para ir a tomar «algo por ahí”.
Sin comentarios